Los Doctores Herrera Cobos y Rodríguez Vela han introducido en sus quirófanos esta alternativa al ácido hialurónico con resultados para toda la vida
La grasa es un tejido con mucho potencial. Es un órgano capaz de sintetizar múltiples sustancias, con función endocrina, muy relacionado con el metabolismo. Se tiene una visión muy negativa de la grasa, porque en exceso es perjudicial, pero sin grasa no podríamos vivir, es nuestro principal almacén de energía.
Con la liposucción podemos eliminar la grasa de las zonas que nos preocupan estéticamente (abdomen, cara interna de los muslos, cara interna de las rodillas, flancos…). Se debe realizar en personas con normo peso; es decir, con un IMC (índice de masa corporal) menor de 30 Kg/m2, ya que la liposucción no es un método para adelgazar, si no para dar forma al cuerpo, por eso también se le denomina lipoescultura.
En los últimos años se ha empleado esa grasa extraída para usarla de relleno y para regenerar los tejidos dañados (mejora las cicatrices y las secuelas de la radioterapia, por ejemplo).
Relleno en cara y cuerpo
La inyección de grasa, en la cara, nos permite reestablecer los volúmenes perdidos (por la pérdida de masa muscular y ósea que ocurre con los años) y además nos permite mejorar la calidad de la piel, incluso se puede usar para mejorar las ojeras.
A nivel fácil se injerta en estructuras profundas de la cara, sobre todo a nivel de zona del maxilar superior, y posteriormente en zonas superficiales sienes, pómulos, surcos nasogenianos, mandíbula, mentón, o parpado superior.
Por supuesto se puede usar a nivel corporal para relleno de zonas hundidas y para aumentar los glúteos y mamas. Debemos tener en cuenta que el aumento obtenido es moderado, ya que el tejido trasplantado debe prender (sobrevivir).
La técnica del injerto graso, se realiza bajo estrictas medidas de asepsias, por lo que se debe realizar en quirófano y por personal quirúrgico cualificado. Se extrae la grasa de las zonas que queremos y se decanta (por la diferencia de densidad el tejido graso extraído se separa de los líquidos y se puede recolectar) y se inyecta en las zonas que queremos tratar.
Esa grasa trasplantada debe prender, debe sobrevivir en el lecho; es decir, se debe nutrir por las sustancias de dicho lecho hasta que se formen nuevos vasos y nutran ese tejido graso. Entonces decimos que la grasa ha prendido, ya es un tejido estable y duradero en el tiempo.
A diferencia de los rellenos como el ácido hialurónico o la hidroxiapatita cálcica, la grasa es totalmente natural, por lo que no se va a rechazar. Además, el tejido graso que prende, que llega a conseguir una nutrición adecuada, en la zona receptora, dura para siempre.
De esta forma obtenemos una armonización facial y corporal que a diferencia de los rellenos, es duradera en el tiempo y por supuesto NATURAL.
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