La primavera se relaciona con el buen tiempo y muchas celebraciones de nuestra tierra. Sin embargo, desde el punto de vista médico también conlleva una serie de cambios ambientales que pueden provocar distintos tipos de enfermedades y patologías que pueden incrementarse en esta época: alergias, conjuntivitis y rinitis, dolencias gastrointestinales o enfermedades en la piel causadas por el sol.

Más específicamente, estas son las más comunes entre los pequeños de la casa:

Astenia primaveral

Los síntomas son variables según la persona, pero en general se resume en un tono vital bajo: cansancio, alteraciones en el sueño, ansiedad, disminución del apetito, alteraciones en la concentración, etc.

La varicela

Entre enero y mayo se encuentra la mayor incidencia de esta infección causada por el virus varicela-zóster. Es muy contagiosa, se transmite por vía área y el 80% de los casos se dan en edad preescolar y escolar.

Desde las 48 horas antes de la aparición en la lesión en la piel hasta 7-8 días que se forman la costra, es el periodo de mayor contagiosidad y es cuando más alejado hay que mantenerse de lugares concurridos.

La quinta enfermedad

Es más frecuente entre los 5 y 15 años, transmitiéndose por vía área en las dos primeras semanas de infección. Su incubación puede durar hasta 28 días comenzando con una febrícula, dolor de cabeza y síntomas del tracto respiratorio superior. A esto le sigue la aparición de un enrojecimiento o eritema y picor en ambas mejillas, en región glútea y extremidades. Debido al aspecto que deja en el rostro, “doble bofetada”, es conocida entre padres como “la enfermedad de la bofetada”. Puede empeorar si se realiza ejercicio, si existe exposición al sol, si se toman baños calientes, incluso por el estrés.

La escarlatina

Esta enfermedad exantenmática también aumenta en primavera, especialmente en niños de entre 5 y 10 años.

El contagio se produce por vía área y tiene una contagiosidad de varias semanas sin posibilidad de tratamiento para evitarlo. El periodo de incubación puede ser hasta de 4 días y los primeros síntomas de faringoamigdalitis, fiebre y afectación general. Posteriormente comienzan a aparecer lesiones en la piel por el cuello, extendiéndose por tronco y extremidades y enrojeciéndose la piel. En esta fase ya sí existe tratamiento con antibiótico bajo prescripción y criterio médico.

Como comentábamos, el buen tiempo también es un factor importante que conlleva mayor exposición a condiciones ambientales y circunstancias en el espacio público que pueden traer lesiones o accidentes de forma más frecuente. Aún así, nuestros profesionales pediátricos con más de 18 especialidades pediátricas.

Para cualquier otra información o sospecha ante la presencia de síntomas similares, recuerde que puede solicitar cita a través del portal del paciente de nuestra APP, página web o llamando al 854 566 003. 

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