El Dr. Javier Díez es el especialista de Neumología de HSA
La neumonía es una enfermedad infecciosa que afecta a los pulmones y que se manifiesta por diversos síntomas, como fiebre, tos y expectoración purulenta. Entre sus causantes, destaca el neumococo y el virus de la gripe. Afecta cada año a 5 de cada mil personas, especialmente a niños y personas mayores 70 años. La mortalidad por neumonía es muy alta, de hecho es la principal causa infecciosa de muerte en el mundo, estimándose que en 2019 fallecieron hasta 2.5 millones de personas por este motivo; la irrupción de la COVID-19 elevó significativamente estas cifras en el año 2020.
Tipos
Distinguimos dos tipos de neumonía:
- Neumonía adquirida en la comunidad: es la neumonía corriente, la que puede tener cualquier persona simplemente por el hecho de vivir fuera de un hospital.Las neumonías adquiridas en la comunidad, en general, son las menos graves. Podemos encontrar formas leves que suelen ser causadas por virus y bacterias como la Chlamydia pneumoniae y Mycoplasma pneumoniae y que se tratan de forma ambulante. Y otras que requieren hospitalización en las que el neumococo es el germen más frecuente y relevante.
- Neumonía que se puede adquirir en el hospital: es el segundo tipo de neumonía nosocomial, es decir, aquella que se puede adquirir en el hospital como complicación de algún proceso que se haya realizado allí, como una intervención quirúrgica.
Factores de riesgo
La neumonía puede afectar a cualquiera. Pero los dos grupos de edades que presentan el mayor riesgo de padecerla son los siguientes:
- Niños de 2 años de edad o menores
- Personas de 65 años de edad o mayores
Otros factores de riesgo incluyen los siguientes:
- Estar hospitalizado. Tienes un mayor riesgo de contraer neumonía si te encuentras en la unidad de cuidados intensivos de un hospital, especialmente, si estás conectado a una máquina que te ayuda a respirar (ventilador).
- Enfermedad crónica. Eres más propenso a contraer neumonía si tienes asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o una enfermedad cardíaca.
- Fumar. El fumar daña las defensas naturales que tu cuerpo presenta contra las bacterias y los virus que causan neumonía.
- Sistema inmunitario debilitado o suprimido. Las personas que tienen VIH/SIDA, que se han sometido a un trasplante de órganos o que reciben quimioterapia o esteroides a largo plazo están en riesgo.
Prevención
Para diagnosticar la neumonía el médico tiene que realizar una radiografía de tórax.
Tal y como señala la neumóloga de SEPAR, Charo Menéndez, la primera forma de prevenir la neumonía es vacunarse contra la gripe y contra el neumococo.
Otras medidas de prevención en población sana son:
- No fumar (en este punto están incluidos tanto los cigarros y los puros convencionales como los cigarros electrónicos, el vapeo o el tacaco de liar).
- No consumir alcohol.
- Mantener una buena higiene de los dientes y la boca para evitar que se forme placa en la boca y se dé la colonización de la boca por microorganismos.
- Comer adecuadamente.
¿Quién tiene que vacunarse?
Las expertas señalan que deberían vacunarse todas las personas mayores de 60 años de la gripe y aquellos adultos que con factores de riesgo también deberían vacunarse contra el neumococo.
Los factores de riesgo más comunes son:
- Pacientes trasplantados.
- Personas con enfermedades crónicas o inmunodeprimidos.
- Personas con cáncer.
- Personas con problemas respiratorios crónicos, cardiopatías, enfermedad renal o enfermedad neurológica, entre otras.
- Personas con falta de bazo.
- Personas con implantes cocleares.
Si quiere solicitar cita con nuestro neumólogo, el Dr. Javier Díez, recuerde que puede hacerlo a través del portal del paciente de nuestra APP, página web o llamando al 854 566 003.